Es increíble como se pasa del odio al amor tan fácilmente. Si, hablo de lo poco que quería los garbanzos, no podía entender como les gustaba a tantas personas.  Mi mamá los hacia en sopa y la verdad para mí no eran agradables.  Pero bueno, bienvenidos los cambios y sobre todo en la comida, hoy debo confesar públicamente que los AMO.  Ya los he preparado en recetas dulces y saladas y en todas queda delicioso.

Falafel de garbanzo:

1 taza de garbanzos, los debes remojar al menos de 24 a 36 horas

2 dientes de ajo

Manojo generoso de perejil

1/2 taza de aceite de oliva

Jugo de 1 limón

1 cucharadita de comino

1 cucharadita de polvo de hornear

1 cucharada de harina de garbanzo (puedes reemplazar por otra harina)

Sal y pimienta al gusto

 

Preparación

Después de tener los garbanzos remojados casi 2 días, los cociné en agua por mas o menos 15 minutos. No quedan blandos.  Los dejé enfriar y después procesé con el resto de los ingredientes, excepto la harina y polvo de hornear.  No te debe quedar la mezcla cremosa, mas bien suelta.  Agregas la harina y polvo de hornear y mezclas.   Luego empiezas a hacer las bolitas y las llevas a una bandeja con papel para hornear, puedes agregar semillas de ajonjolí por encima.  El horno se debe precalentarse a 180 grados C.  Horneas por 15 minutos, revisas y das la vuelta a las bolitas y las dejas otros 10 minutos aproximadamente.  Debes ir revisando.

Listo, a disfrutar esta delicia llena de fibra y proteina vegetal.